martes, 6 de marzo de 2012

Lalo vuelve a ver a su hombre del taxi

El momento más oportunidad para probar ser pasivo de nuevo fue cuando se encontró con José Antonio, su amor de secundaria con el que siempre soñó. Él había regresado luego de pasar unos años estudiando fuera del país, conservaba aquel color moreno lavado en su piel con esa mirada con ojos seductores entre miles de pestañas ondulas que hacían de la cara de José, una obra maestra de la creación.

Esa semana Lalo marco un antes y después, el encuentro con José Antonio sería de lo más placentero, carnalmente hablando, que lo dejaría pensando. Fue una noche que Lalo regresaba de la KoShón para su casa, cuando diviso a un grupo de gente en la casa de los Álvarez, Lalo paso y no pudo divisar por que tanto alboroto. Llego a su casa y Doña Conchis le puso al tanto que la novedad del barrio era el regreso de José Antonio, en ese momento la mente de Lalo recordó aquel sueño cuando el venia en un taxi besándose apasionadamente con él o cuando no podía dejar de verlo cuando él cavaba durante las horas ecológicas de la secundaria y las gatas de sudor se deslizaban sensualmente sobre su cara para caer en el pecho cubierto por una camisola. Erán momentos de extasis para Lalo, quien junto a su amigo Lucas y Jorge, derramaban baba por él.

Lalo no aguanto las ganas de volverlo a ver y más tardo Doña Conchis en dar la vuelta que Lalo en salir para la calle. Él iba a ver a Javí pero no sabía que luego de salir de su casa regresaría lleno de felicidad. Cuando pasaba justo frente a la casa de los Álvarez, Lalo empezó a caminar más lento, tratando de ver si podía divisar al hombre de sus sueños. De pronto, en cámara lenta, José Antonio volvió a ver, era el mismo desde adolescente con el cabello rizado peinado para atrás. Sus miradas se cruzaron y parece que el tiempo se detuvo, Lalo sólo pudo reírse y seguir caminando.

Sos bien estúpida mujer - Le dijo Javí - Cómo vas a seguir caminando, no ves que el hombre te iba hablar.
Ya déjame de tratar loca, no ves que estaba nervioso - respondió.
Y ahora que vas hacer?
Pues no sé, voy a esperar a ver cuando lo vuelvo a ver...

No espero tanto, mientras Lalo regresaba a su casa no dudo en pasar de nuevo por la casa de los Álvarez. La suerte estaba echada. José Antonio regresaba de la calle con su hermana y venia directo a Lalo.

Hey Eduardo...como vas perdido... - le grito José Antonio a unos pasos.
Levantado la mirada, Lalo respondió - Hey José Antonio, me di cuenta que regresaste.
Sí loco, volví ayer al país. Cuando vamos a salir a joder un rato, así me enseñas lo nuevo de la ciudad.
De nada te perdés...pero sería genial recordar viejos tiempo de la secundaria.
Si...así hablamos de todo lo que hicimos y de los que nos quedamos con las ganas...
Jajaja...sólo locura sos...
Sí loco. Dale pues, ahí te llego a buscar, ya me dijeron donde vives...


Ya estaba armando, Lalo sólo esperaría el momento para salir con José Antonio.