lunes, 27 de febrero de 2012

El mecánico del sexo

Esa noche Lalo iba rumbo a su casa luego de un día de gran actividad en la KoShón. En el camino siempre tenía que pasar frente al taller de Pepe, un chavalo musculoso de unos 26 años que desde adolescente se metió al mundo de la mecánica. Lalo cada vez en cuando cruzaba miradas y sonrisas maliciosas, pero nunca se había animado a hablarle porque siempre estaba lleno de clientes.

Lalo estaba a unas cuadras del taller cuando de pronto su celular sonó. Era un mensaje de Javi que lo estaba esperando en el parque con dos amigos más. Justo cuando iba dar la vuelta a la esquina de regreso cuando se topo con Pepe en su moto, quien pego un frenazo cuando sus miradas cruzaron nuevamente con una sonrisa espontánea de los dos.

Ohe maje discúlpame... - le dijo Pepe.
No tranquilo, que yo de nada y nada me asusto. - Le respondió Lalo.
Ve vos vivís allá por mi taller verdad...
Si, yo te he visto por que ahora paso casi todos los días cuando regreso del trabajo...
Yo también te he visto, pero nunca había podido saludarte...Y para dónde vas?
Voy a ver a un amigo al parque, que me está esperando.
A ver qué día pasas por el taller y platicamos un rato...
Me parece...y no podes ahorita...
Sería genial porque está sólo, pero y tu brother?
Ese puede esperar... - Le dijo Lalo con una sonrisa de sexo en su rostro.
Dale pues, subite.

En ese momento Lalo no esperaba nada, sólo sentía que volaba de la emoción de ir sentado en la moto con Pepe. No sabía lo que le esperaba pero sabía que le iba encantar. El taller estaba en el garaje de su casa, Pepe abrió el portón para meter la moto y luego hizo pasar a Lalo a la sala, donde se sentaron a platicar por un buen rato. Lalo ya estaba aburrido de escuchar a Pepe sus historias de mil y una aventuras que decidió irse.

Bueno Mike, me voy, porque ya es tarde. - expreso Lalo.
Ideay...yo pensaba que vos ibas a proponer algo más entretenido - le dijo Pepe.
Vos queres que pase algo más...
Yo acá estoy sentado esperando por vos.

En ese instante, Lalo se levanto y se dejó ir sobre Pepe. Desabotono su pantalón y lo que tanto había soñado estaba frente a la mirada de él. Así tan grande y perfecto, Lalo poco a poco fue descubriendo todas las dotes que Pepe escondía bajo la ropa. Las piernas gruesas y velludas, los brazos duros y fuertes, el pecho apetitos que se combinaba con el abdomen de muerte. Todo un hombre perfecto que Lalo fue palpando segundo a segundo hasta lograr hacerlo explotar como una fuente de satisfacción.

sábado, 18 de febrero de 2012

La mamada soñada

Lalo estaba aburrido de tanto empacar pelucas en la KoShón. No podía más pero tenía que aguantarse. Para colmo ya se había dado cuenta que Roberto era el jefe de producción de la fábrica y no tenía cara para verlo a los ojos. Peluca tras peluca, Lalo no se aguantaba los deseos que el reloj marcará las cinco para salir. Para su suerte, el reloj avanzo rápidamente. Antes de salir, Lalo se fue al baño a refrescarse y mientras se lavaba las manos entro al baño un chico de modo sospechoso.

Yo nunca pensé nada sexoso en ese momento. Hasta miedo me dio - le dijo Lalo a Javi.
Jajaja...hay por Dios Lalo, si vos andas un letrero en la frente diciendo:
¡¡¡Quiero que me cojan!!!
- le respondió Javi.
Sos bien atrevido. Así por cuenta andas vos.
Jajaja...a ver mujer seguí contando...

De pronto el muchacho se puso a la par de Lalo, quien se sintió intimidado solo de verlo, así de papacito como estaba. Lalo ya le había echado el ojo en una línea de producción de la fábrica, eran como le encantaban, altos con un cuerpo definido y un rostro de niño malo como quien no quiebra un plato pero si la vajilla entera.

Vos sos nuevo aquí, verdad? - Le pregunto inmediatamente el muchacho...
Sí, hoy es mi primer día - le dijo Lalo.
Te vi desde que llegaste y me llamaste la atención, por eso quise venirte a saludar. Soy Marcos.
Yo soy Lalo...mucho gusto.
Y que tal el día?
Bien - respondió Lalo mientras cerraba el lavamanos.
Y estas nervioso? Te imagina lo que podría pasar acá con vos y yo solos...

En ese momento la mente de Lalo voló y se imagino como lo agarraba del pecho y lo llevaba hasta la pared, donde poco a poco bajaba hasta la pelvis donde pudo ver un sexy tatuaje que Marco tenía en la cadera que lo excito mucho más. Luego, más abajo encontró algo que lo dejo sorprendido, era tan perfecto aquello que inmediatamente decidió probarlo y en ese momento sintió un placer inigualable. El tiempo pasaba y Lalo no quería que terminara, pero el momento del éxtasis para ambos llego mientras Lalo regresaba a la normalidad y entraba alguien más al baño.

Y no paso nada loca... - pregunto Javí.
No mujer...ya te dije que no. Todo me lo imagine - respondió Lalo.
Sos bien lenta, que barbaridad con ese hombre, en el baño y solo. Yo me lo hubiera echado.
Es que a diferencia de vos, yo no soy zorra.
Cuidado santa. Yo sí, un hombre más, un hombre menos, qué más da? - finalizó Javí.