sábado, 18 de febrero de 2012

La mamada soñada

Lalo estaba aburrido de tanto empacar pelucas en la KoShón. No podía más pero tenía que aguantarse. Para colmo ya se había dado cuenta que Roberto era el jefe de producción de la fábrica y no tenía cara para verlo a los ojos. Peluca tras peluca, Lalo no se aguantaba los deseos que el reloj marcará las cinco para salir. Para su suerte, el reloj avanzo rápidamente. Antes de salir, Lalo se fue al baño a refrescarse y mientras se lavaba las manos entro al baño un chico de modo sospechoso.

Yo nunca pensé nada sexoso en ese momento. Hasta miedo me dio - le dijo Lalo a Javi.
Jajaja...hay por Dios Lalo, si vos andas un letrero en la frente diciendo:
¡¡¡Quiero que me cojan!!!
- le respondió Javi.
Sos bien atrevido. Así por cuenta andas vos.
Jajaja...a ver mujer seguí contando...

De pronto el muchacho se puso a la par de Lalo, quien se sintió intimidado solo de verlo, así de papacito como estaba. Lalo ya le había echado el ojo en una línea de producción de la fábrica, eran como le encantaban, altos con un cuerpo definido y un rostro de niño malo como quien no quiebra un plato pero si la vajilla entera.

Vos sos nuevo aquí, verdad? - Le pregunto inmediatamente el muchacho...
Sí, hoy es mi primer día - le dijo Lalo.
Te vi desde que llegaste y me llamaste la atención, por eso quise venirte a saludar. Soy Marcos.
Yo soy Lalo...mucho gusto.
Y que tal el día?
Bien - respondió Lalo mientras cerraba el lavamanos.
Y estas nervioso? Te imagina lo que podría pasar acá con vos y yo solos...

En ese momento la mente de Lalo voló y se imagino como lo agarraba del pecho y lo llevaba hasta la pared, donde poco a poco bajaba hasta la pelvis donde pudo ver un sexy tatuaje que Marco tenía en la cadera que lo excito mucho más. Luego, más abajo encontró algo que lo dejo sorprendido, era tan perfecto aquello que inmediatamente decidió probarlo y en ese momento sintió un placer inigualable. El tiempo pasaba y Lalo no quería que terminara, pero el momento del éxtasis para ambos llego mientras Lalo regresaba a la normalidad y entraba alguien más al baño.

Y no paso nada loca... - pregunto Javí.
No mujer...ya te dije que no. Todo me lo imagine - respondió Lalo.
Sos bien lenta, que barbaridad con ese hombre, en el baño y solo. Yo me lo hubiera echado.
Es que a diferencia de vos, yo no soy zorra.
Cuidado santa. Yo sí, un hombre más, un hombre menos, qué más da? - finalizó Javí.

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