domingo, 16 de septiembre de 2012

Un bici y una mamada...

Era martes 15, Lalo había renunciado a la KoShon por que le salía más práctico vender productos de La Bombom que estar de esclavo en la Zona Franca, además el sábado iría matricularse la U para sacar su ingeniería electrónica. Javí no había dado señales de vida, eso quería decir que estaba muy entretenido con algún hombre, por lo que Lalo decidió irse tranquilito a casa.

Muy a las seis de la tarde, Lalo se estaba montando en la ruta para ir a su casa y a los poco minutos el bus se paro y Jasón, el chofer, se bajo a ver qué pasaba. Uno minutos más tarde subió para anunciar que el bus se había dañado y que debían esperar el siguiente, Lalo se bajo medio enojado pues ya se estaba oscureciendo y el siguiente bus pasaba media hora después, pero le tocaba esperar.

No había pasado mucho tiempo cuando Lalo vio a un chico en bicicleta que se detuvo a escasos de metros de él, quien levantaba la mano como llamando a alguien, pero Lalo no quería
entender que era con él hasta que retrocedió y se paro enfrente.


Y entonces Lalo...no te acordas de mí...soy José Alberto, estudiamos juntos la secundaria...
Pues fíjate que no me acuerdo...lo siento...
Es que sólo llevamos un año...! Y qué haces aquí?
Pues esperar el otro bus...que este se descompuso...
Yo te puedo dar raid en mi bici...ya estamos cerca de la ciudad...
Mmmm...no esta mala la idea...
Subite entonces..

Durante el camino Lalo trataba de acordarse de donde conocía a José Alberto...no era ninguno de los muchachos a quienes les había hecho sexo oral en la secundaria...uno por uno los fue recordando y ninguno se llamaba José Alberto.

Ve...no me acuerdo de donde teconozco...
Que mente más olvidadiza la tuya Lalo...Bueno aunque sólo estuve unos meses y casi no hablaba con nadie...
Por eso es entonces...discúlpame que no te recuerde...
Si...yo una vez te vi mamándosela a un maje...
Jajajaja...donde?
Detrás del aula de moral y cívica... - Le respondió José.
Curioso...y vos querías también...
Jajaja...tal vez...

El camino era oscuro, sólo se miraba un poste de electricidad con una lámpara que iluminaba la carrera. José Alberto se detuvo y tomo la mano de Lalo para que tocará su pene erecto. Ambos
caminaron a un predio oscuro mientras se besaban apasionadamente. Lalo quedo asombrado con la forma del pene de José Alberto, era casi perfecto con una leve inclinación hacia arriba, con un glande hermoso y sin bellos. En medio de la oscuridad, Lalo sólo quería saborear lo que la noche le regalaba mientras que José Alberto gemía de placer.

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