domingo, 27 de mayo de 2012

¿Contás piedras o miras estrellas?

Eran las cinco de la noche, Lalo se baño luego de un día de limpieza en su cuarto, esperaba a Javi que iban de casería por la ciudad. Ellos querían terminar la noche a la par de un hombre, preferiblemente musculoso, blanco, de pelo el pecho y con un monumento entre sus piernas que hiciera de la noche inolvidable.

La noche llego, Javi y Lalo salieron sin rumbo a ver qué encontraban. Pasaron por el ciber en elchat.com a ver si encontraban algo pero la media hora que pagaron no dio resultados. Salieron del ciber medio decepcionados porque ya eran las ocho de la noche y ningún éxito se había atravesado en su camino. Al final se fueron al sentar a una banca del parque, a la misma donde Lalo se había encontrado con el gay indeciso, se acordaron de eso y soltaron una carcajada. Javi ya tenía meses sin acción, mientras que Lalo le contó la experiencia que tuvo recientemente con su vecino.

Vieras vos las pelotas que tiene por huevo ese hombre - le dijo Lalo.
Cállate vos, no ves que yo ando rabiando por un hombre - respondió Javi.
Ve niño y por qué no te metes un pepino...
Un pepino...como me voy a meter un pepino...tas ebria mujer...
Dios...allá viene Carlos.
Miguel...el maje del gimnasio.
- Exclamo Lalo.
Que rico ese hombre...y te habla Lalo?
Si. El maje me pone toda su polla cuando voy al gimnasio.
Entonces la presta...
No se, nunca me ha gustado. A vos te gusta?
Pues en medio de esta escases, cualquier gota de agua es buena. - le respondió Javi.

Carlos Miguel era instructor del  Musku-loKa, el gimnasio preferido por los gays de la ciudad, en el que trabajaba hasta las nueve de la noche. Era un maje moreno, con un pecho perfectamente moldeado que no caía en el exceso pero que se miraba apetitoso. Le gustaba ser coqueto y siempre había tenido la curiosidad de experimentar algo nuevo. Muchas veces lo intento pero nunca lo había hecho.

Ohe loco como vas... - Le dijo Lalo a Carlos Miguel cuando paso en frente.
Ohe, no has llegado al gym. Hay nuevos productos que te pueden gustar. - Le respondió.
Si me he perdido, a ver que día te caigo y me desbaratas...
Jajaja... - componente Lalo.
Mira Carlos, este es mi amigo Javi.

Después de una hora, Carlos Miguel se quedo sentado con Lalo y Javi en aquella banca frente a la iglesia en medio de la noche estrellada. No paso nada. Lao y Javi tiraron las indirectas más directas del mundo, pero Carlos Miguel no respondió. Se dieron por vencido y se levantaron para irse a casa, de casualidad Carlos y Javi tenían que tomar la misma ruta.

Y entonces...como vamos a terminar la noche? - Le pregunto Carlos en cuanto se despidieron de Lalo.
Qué? De que estás hablando? - dijo Javi.
Queres o no queres?
Donde sí?
Pues no sé, en tu casa o en otro lado...

Al final terminaron en el campo de fútbol del colegio de la ciudad. Desde que llegaron, Carlos Miguel se apodero de la situación, todo por sorpresa a Javi, lo jalo de la nuca y lo besa mientras bajaba sus manos a la entrepierna. Con mucha desesperación, Carlos Miguel empezó a meter las manos en el pantalón de Javi, quien estaba completamente admirado pues nunca le había pasado algo muy similar. Carlos siguió tocando el miembro de Javi mientras este crecía cada vez más, luego bajo
lentamente besando su pecho hasta posarse frente a la cintura. Las sorpresas continuaron, al final Javi termino mirando estrellitas de placer y Carlos Miguel contando piedritas. Una noche inolvidable para Javi.

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