miércoles, 21 de septiembre de 2011

Aquella mañana detrás del aula de Moral y Cívica


Lucas vivía en un mundo de mentiras. Ese día se vería por segunda vez a Lalo, en un intento desesperado por vivir sus más escondidos deseos desde secundaria. Él estudiaba medicina porque era hijo del Doctor Ponpilio, un hombre machista, conservador y moralista que era muy respetado en la ciudad, por lo que Lucas tuvo que reprimir su sexualidad e incluso ocultase bajo actitudes homofóbicas como rechazo a sus propios sentimientos.

Cuando él se estaba arreglando el pelo, de pronto se vino a su mente el recuerdo de aquel momento en el que le hizo sexo oral a un chico detrás de la sección de Moral y Cívica en el Instituto.

Ese día, Lucas se había levantado como cualquier otro día, se bañó, se puso su uniforme azul y blanco, se peinó, desayuno y salió rumbo al colegio. Tenía apenas 13 años. En el camino al colegio cruzo miradas con un chico que estaba un año menos que él. A las nueve de la mañana, Lucas salió del aula número nueve rumbo al salón de computación, en su camino paso por el aula seis y este chavalo está sentado en la esquina. Era blanco y delgado como él pero pocas veces lo había visto. Lucas iba caminando sobre el pabellón con la mirada fija en sus ojos, de pronto llego al final y se bajó para ir detrás de la última aula que era solitaria. De pronto estaba orinando cuando apareció este chico y en un abrir y cerrar de ojos se estaban besando y Lucas desesperado se bajó para hacerle sexo oral. A los pocos segundos reacciono desesperado y salió corriendo. Desde este momento se volvió el principal agresor de los gays en el colegio.

Ya frente al espejo y por salir a ver a Lalo, Lucas sólo sonrió maliosamente y se dio un toque final en el pelo. Salió de la casa y les dijo a sus padres que no lo esperan despierto, ya el Doctor Ponpilio no puede controlar a Lucas, pues una avanzada enfermedad no lo deja. Ahora Lucas era como una gacela en una pradera, libre como el viento, sin miedo a restricción alguna. Lalo era su meta esa noche.

Ya en casa de Lalo, Juan Javier estaba algo nervioso preguntando por el famoso gay indeciso.

¿Qué te andas mujer? ¿Algo no nos has dicho? le dijo Joham.
Hasss... No molestes mujer. Sólo estoy ansioso de ver al tal Lucas. Tengo tiempo de no verlo y por lo que dice Lalo esta mejor. le respondio Javi.
Mmm.. hizo Lalo.
Hass... No penses mal Lalito...

De pronto se escuchó un “buenaaassss” en la puerta y Doña Conchis llamo a Lalo que le buscaban. Era Lucas, el gay indeciso que esperaba definirse. Ya dentro de la casa, Lucas y Juan Javier se vieron las caras y se quedaron perplejos, inmediatamente la escena de la mamada detrás del aula de moral y cívica se vino a mente de ambos, pues resulta que el chico a quien Lucas se la mamo era Javi.

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