Lalo y su primera Toña sólo

Lalo tenía dos semana no ver a Javi y Joham, pues andaban enrolados con sus respectivos novios y no les daba tiempo ni de salir con nadie más que con los hombres. Ese día Lalo no tenía ganas de nada, medio mundo lo llamo para salir, pero no se animaba.

Por la mañana lo llamo el tal Federico que no lo había parado de llamar desde aquella tarde en la que disfrutaron de un partido de fútbol juntos. También lo había llamado la “Julia”, su amiga trans del barrio Holanda para que la acompañara a comprar unas pelucas, y a pesar que es su pasión secreta, Lalo no quizo ir. Después de eso, la llamo la Qkis que era un niño de 17 años que empezaba a salir del armario y andaba que echaba espuma por conseguir hombres, pero Lalo estaba de ánimo para amaestrarlo…

Como a eso de las siete de la noche, a Lalo le dieron ganas de tomarse un par de cervezas, pero no tenia con quien pero eso no fue escusa para levantarse de la cama, engancharse su pantalón blanco del éxito, ponerse una camisa amarillo pollo y echarse su gel para peinarse de alto copete al frente. En menos de 15 minutos, Lalo ya está listo y en camino al bar de la Lucy a tomarse sus toñas solo.

Bella, llegaste…y andas sóla mujer!!! Y ese escándalo!!! – le grito la Lucy cuando lo vio entrar.
Ya vez querida…solo naci y sólo me voy a morir… - respondió Lalo.
Y porque andas sólo…? – le pregunto la Lucy.
Pues no sabes que la Javi y la Joham andan en grandes amores con unos hombres y no me han llamado los degenerados…
Pobre de ti mujer…eso es lo malo de ser soltera empedernida…

Lalo se sentó en la barra y por primera vez se tomaría una cerveza sólo. Nunca lo había hecho y en vista que no andaba muy animado, pues Lalo se animo. Lucy le sirvió suavemente la cerveza que subió con una espuma y automáticamente enfrió el vaso. Lalo tomo el vaso y mientras se lo llevaba a la boca, en el otro lado de la barra se estaba sentando el bello Daniel. Lalo termino su primer vaso y miraba de reojo que Daniel también estaba sólo, por lo que pensó que podrían ser buena compañía para la noche y en la primera oportunidad que tuvo le cruzo miradas para entablar una conversación. La noche prometía…